¿Quién no ha tenido alguna vez algún tipo de desperfecto, imprevisto o avería en su hogar? Con el paso de los años y la convivencia diaria en la vivienda, es inevitable que vayan apareciendo pequeñas cosas que arreglar propias de un manitas.
Ante esto, a muchas personas les gusta ser ellas mismas las que pongan fin a dichos desperfectos (una persiana atascada, un picaporte roto, un grifo con pérdidas de agua…). Pero no siempre se dispone ni de las herramientas ni del tiempo necesario para solucionarlo por nosotros mismos.
¡Que no te de vergüenza! Aunque sea una tarea mínima, estos manitas pueden echarte una mano. Además, muchas veces tampoco es necesario contratar a un profesional especializado en dicha tarea, con un manitas es suficiente.
Lo que principalmente les diferencia de los especialistas es que se centran en el conjunto, no en algo en concreto, lo que les convierte de esta forma en “todoterrenos”. Gracias a este amplio repertorio, combinado con cualidades personales y técnicas, se han convertido en unos valiosos profesionales.
¿Qué es un manitas?
Según la RAE, un manitas es: “Persona que tiene gran habilidad para una actividad manual o un oficio”.
Dicho de otra forma, un manitas es un profesional con las habilidades, el conocimiento y las herramientas necesarias para realizar las pequeñas reparaciones de la vivienda.
Como ya hemos mencionado antes, no se cierra a una única tarea, por lo que posee conocimientos básicos sobre albañilería, electricidad, cristalería o fontanería entre otros. Esto le permite dar solución con éxito a los imprevistos de forma óptima, rápida y económica.
Es decir, este profesional todoterreno está perfectamente capacitado para realizar una amplia lista de pequeñas tareas de reparación del hogar.
Cosas que puede solucionar un manitas
No solo se dedican a “arreglar cosas rotas”, sino que también tienen otras muchas habilidades como:
- Pequeñas reformas e instalaciones: estores o persianas, espejos, ventiladores de techo, plafones y focos, etc.
- Pequeñas reparaciones de fontanería y albañilería: puesta o sustitución de grifos, cambio de gomas, silicona de mamparas, etc.
- Montaje de muebles: muebles para televisores, ajuste de puertas de los muebles, accesorios, etc.
- Trabajos de pintura: paredes, puertas, ventanas, verjas, etc.
- Servicios de cerrajería: instalar cerrojos, cambiar mecanismos de las cerraduras, etc.
- Arreglo de goteras y techos.
- Muchas veces, al pensar en el término “manitas”, lo asociamos como una persona que nos va a hacer un arreglo chapucero. Pero la verdad es que esto no es así. Son profesionales en su trabajo muy cualificados que hacen que todo parezca muy fácil y que por eso nos de esa impresión.
Arreglos más frecuentes de un manitas a domicilio
- Colgar cortinas: instalación de soportes para la barra, colgar la propia cortina. Muchas personas llaman a un manitas en estos casos.
- Colgar cuadros: hacer un aujero en la pared, colocar el cuadro recto. Es uno de los más solicitados.
- Colocación de lámparas: algunas son de difícil instalación por el complicado acceso a la toma de luz. La ayuda de un manitas en este caso nunca viene mal.
- Cambios de grifo: lavabo, bañera, ducha, bidé o cocina no son tan fáciles. Una mano en esta tarea nunca viene mal ya que requieren ciertos conocimientos y herramientas.
- Arreglar / cambiar persianas: es una tarea más complicada de lo que parece. La tarea se dificulta aún más si se desconoce el mecanismo y la forma correcta de realizarlo.
- Montaje de muebles y colocación de estanterías o baldas: montar una estantería o un mueble en ocasiones puede complicarse de más. En estos casos la ayuda de este profesional todoterreno no viene nada mal.
En KUIKO disponemos de este servicio de manitas con todas aquellas tareas que puede realizar para elegir la que necesitas. Pásate por nuestra página web para ver todos los que hay. Nuestros profesionales están capacitados para llevar a cabo estas pequeñas reparaciones del hogar.