¿Hace cuánto que no “tocas” tu casa? La vida fluye, nuestras circunstancias cambian y tu hogar debe acompañarte en toda transformación. A veces, un simple lavado de cara basta para volver a sentirte a gusto en casa. En otras ocasiones, hace falta una reforma integral para adaptarla a tu nueva realidad vital.
Te invitamos a acompañarnos en este análisis de tu hogar. Si te identificas con cualquiera de los siguientes supuestos, ¡toca ponerse manos a la obra!
1.- Te aburre tu casa
Miras esa pared del fondo y no ves nada. Te despiertas con los ojos nublados porque no hay nada que te sorprenda al abrirlos. ¿La cocina? Gris. ¿El baño? Gris. Tu casa es un videojuego que ya te has pasado y existe un mundo de posibilidades ahí fuera. Colores más vibrantes, materiales más cómodos y mobiliario con más personalidad.
Después de más de un lustro (o dos), es hora de darles una oportunidad con una reforma para volver a enamorarte de tu hogar.
2.- Ha pasado mucha gente por ahí
Este supuesto se cumple cuando tu vivienda es de segunda mano o ha sido empleada como casa de alquiler en otras vidas. En estos casos, los suelos, las puertas y todas las superficies de desgaste estarán dañadas. Las paredes lucirán sucias y habrán perdido su brillo.
💡 Kuikonsejo: cuando te metes en este tipo de reformas mayores, como levantar el suelo, es un buen momento para quitarte de encima otras tareas de envergadura. Por ejemplo, la instalación de un suelo radiante o la redistribución de tabiques.
3.- Las instalaciones te dan guerra
En la cocina y en el baño sientes falta de presión, las tuberías colorean de óxido el agua o desprenden malos olores, tu colada es un 50% cal… ¿Por qué no has llamado aún al fontanero? Él te ayudará a que el agua fluya sin problemas por las venas de tu hogar.
Y si te saltan los plomos cada dos por tres, algunos aparatos eléctricos no funcionan o tu casa es una máquina de fundir bombillas; ¡ring, ring! Ya estás llamando al electricista. Y, de paso, compra enchufes e interruptores, que va tocando renovarlos.
4.- No es vintage… es antiguo
Las dos habitaciones que más se reforman en los hogares españoles son el baño y la cocina. Y no es por pura casualidad. Además de la complejidad de sus instalaciones, hubo un tiempo en el que la decoración se nos fue de las manos en estas estancias.
Si te parece que vives en la casa de tus padres… (o de tus abuelos), ya no hay excusa. Pinta, cambia o pon un vinilo encima de esos azulejos de Cine de barrio. Existen mil ideas de reforma en seco que pueden rejuvenecer estas estancias incluso sin obra.
5.- La familia crece
¡Llega la cigüeña! O tus padres, a los que te encargas ahora de cuidar. O ese sobrino que viene a la ciudad a estudiar la carrera. En cualquier caso, al ser más, necesitáis más espacio.
Si tu casa es una vivienda unifamiliar, puedes optar por una ampliación a la americana. Si vives en un piso, deberás levantar una pared divisoria en la habitación más grande o comerle algo de espacio a otras estancias.
6.- Tus facturas son demasiado caras
Ya conoces el concepto de casa pasiva. Pero, si no puedes hacer el desembolso que requiere llegar a esa situación ideal, siempre puedes hacer mejoras para gastar menos en tus facturas de luz y gas.
Primero, aislar mejor puertas, paredes y ventanas. Segundo, optimizar los sistemas de climatización y agua caliente. Si te pierdes un poco con este tema, revisa la guía completa de calefacción según vivienda.
7.- Tienes humedades cada dos por tres
Ya es hora de acabar con esa pesadilla, ¿no? Si parece que vives en la jungla tropical, debes atacar el problema de raíz. ¡Nada de seguir tapándolo!
Encarga a un profesional que averigue por dónde se filtra el agua y que selle ese punto de una vez por todas. Tu yo del próximo otoño te lo agradecerá.
8.- El orden no es lo tuyo
Si no eres precisamente Marie Kondo, póntelo fácil. Más espacio de almacenamiento significa menos trastos por el medio. Toma nota de estos seis elementos para tener tu hogar más organizado:
- Muebles bajolavabos
- Cubreradiadores
- Bancos y baúles
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- Librerías
- Armarios volados
- Camas con canapé
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9.- Te molesta el ruido de la calle
Si en tu casa vive gente que estudia o teletrabaja, bebés que se despiertan con facilidad o personas a las que simplemente les cuesta conciliar el sueño, puedes ayudarlos.
Aislar acústicamente tu hogar es a veces tan sencillo como cambiar las ventanas. Si buscas una insonorización total, tendrás que instalar lana de roca o algún material similar en suelos, paredes y techos.
10.- Quieres vender o alquilar tu casa
Para revalorizar tu vivienda, nada mejor que una reforma. Elige bien los materiales y los acabados para que estén al gusto del público general, deja impolutas las paredes antes de enseñar la casa y tira todas las paredes que puedas para dar sensación de amplitud.
Si te identificas con cualquiera de estas situaciones, tu casa está pidiendo a gritos una reforma. Confía en los profesionales homologados de KUIKO y solicita hasta cinco presupuestos locales de manera simultánea.