A medida que los pequeños de la casa van haciéndose mayores, sus habitaciones necesitan crecer también con ellos.
A veces con modificar un par de cosas es suficiente, pero hay otras en las que queremos que el cambio sea radical, y entonces la reforma es mayor.
Sea cual sea la opción que se escoja, está bien. Pero si no sabes muy bien por dónde empezar ¡Te ayudamos!
Cama: recarga las pilas
Queramos o no, los niños crecen a una velocidad increíble. Un día la cama se ajusta perfectamente a ellos, y al día siguiente, se les salen los pies y les cuelgan por el final.
Cuando son pequeños, como es habitual, una cuna con barreras es lo idóneo. Pero se van haciendo mayores y la cambiamos por una cama de “niño grande”. El problema es que esta cama no deja de ser lo que es, para un niño. Por eso mismo, llegada una edad, la habitación vuelve a necesitar un pequeño cambio: una cama más grande. Una que ya les durará mucho más tiempo y que podrán disfrutar en mayor medida.
Escritorio: es hora de hincar los codos
Cuando son más pequeños, este es un factor que no se tiene por qué tener en cuenta. Pero según van creciendo y van adquiriendo más responsabilidades, tener un escritorio es fundamental en el día a día. De esta forma podrán realizar todos los trabajos y tareas necesarias en un espacio más apropiado y creado especialmente para ellos.
Fomentará su concentración y productividad.
Decoración (a juego): personaliza la habitación
Ya puestos a hacer un cambio de la decoración, ¿por qué no hacerlo de forma coherente?
Siempre podemos encontrar elementos que vayan a juego y casen perfectamente. Esto le dará a la habitación un aire mucho más limpio y ordenado a la vez que moderno y acogedor.
Cada cuarto es único, pero para que esté aún más personalizado, podemos escuchar alguna preferencia de los pequeños. Así ellos también estarán contentos con su nueva habitación.
Paredes: tiñe la habitación de un nuevo color
Una nueva capa de pintura nunca viene mal. Siempre podemos encontrar algún rayajo o mancha en la pared, y más si se trata de la habitación de un niño pequeño. Por lo que ya puestos a pintar, es el momento perfecto para un cambio de color.
Cuando son mayores suelen preferir un color algo más neutro y no tan llamativo. Se suele pasar de colores como amarillo, azul, rojo, etc., a un color más tirando hacia gris o beige.
Muebles modernos: ¡al cajón desastre!
Los muebles van muy relacionados con la decoración y el color que se elige para la pared.
La última tendencia son los muebles más modernos y poner los menos posibles para ese look minimalista. Además, si llevan cajones para guardarlo todo y mantener el ambiente mucho más limpio y recogido, mejor que mejor.
La apuesta son el color blanco y negro principalmente. Para el escritorio, muchas veces se escoge como material el cristal.
Intentaremos que los muebles vayan acorde con la pared y la decoración para que todo cobre sentido. Esto aporta una sensación de paz mental y es agradable a la vista.
Leds: ilumina tu mundo de color
Últimamente se ha puesto muy de moda el uso de los leds, sobre todo entre los adolescentes. Estos le dan a la habitación un toque divertido y personal. Además, cambiarlos de color es muy interesante para personalizar aún más la reforma.
¿Tienes ya una idea más clara sobre cómo reformar la habitación? Puedes contactar con nosotros para lo que necesites: estaremos encantados de ayudarte.
Si también estás pensando en hacer una reforma, por ejemplo, para un bebé, aquí puedes ver ideas para ello.