¿Eres de ir a por todas? Si es así, no te conformarás con unos retoquitos en la cocina o un lavado de cara al baño. Lo que necesita realmente tu hogar es una reforma integral. De pies a cabeza.
La complejidad de un proyecto así puede angustiarte al principio. ¡Pero no te preocupes! Este artículo viene cargado de consejos para ponerle orden a la reforma integral de tu hogar y avanzar con la seguridad de que estás siguiendo un plan.
Antes de hacer una reforma integral
¡Un momento! ¿Ya estabas pensando en ponerte a tirar tabiques? Tu reforma integral comienza mucho antes de eso. Y es que los preparativos son casi tan importantes como el propio proceso de reforma.
Existen cinco tareas indispensables que debes tachar de la lista antes de ponerte manos a la obra:
- Calcular presupuesto de reformas. De él dependerá la ambición de la obra.
- Fijar expectativas. ¿Qué no puede faltar? ¿De qué podrías prescindir en caso necesario?
- Buscar empresa de reformas. Y no cualquiera, sino una con todas las garantías legales para no tener problemas. Adivina en qué web podrás comparar empresas locales de reformas…
- Gestionar licencias de obras. En este artículo te lo explicamos con más detalle, pero existen dos tipos principales: de obra mayor y de obra menor.
- Preparar la vivienda. Y eso significa vaciarla por completo y cubrir los elementos que desees conservar, como los rodapiés o los marcos de puertas.
Tu reforma integral, paso a paso
No hay dos reformas iguales. Todo depende de los metros cuadrados de la vivienda, tus ambiciones para el proyecto, el tiempo y el presupuesto, entre otros factores.
Sin embargo, sí existe un plan de acción general que te ayudará a ahorrar tiempo y dinero. Consiste en agrupar las tareas que pueden llevarse a cabo de manera simultánea y ordenarlas de manera lógica en el tiempo.
Paso n.º 1: estructura
¡Lo que menos se ve es lo más importante! Sin una estructura resistente, todo el trabajo estético se vendrá abajo. Así que tu reforma debe valorar antes que nada la nivelación de suelos y los refuerzos estructurales de vigas, techos y tejados.
Si el presupuesto te lo permite, este es un momento fantástico para trabajar en el aislamiento de tu vivienda. Ahorrarás entre un 30 y un 70% en tus facturas, atajarás de raíz problemas de humedades e incrementarás automáticamente el valor de la vivienda. Merece la pena pensárselo, ¿no?
Esta primera fase es el momento de tomar decisiones. Según la distribución que hayas planteado, deberás reubicar las tuberías y el cableado, así como los vanos de las puertas y ventanas.
Finalmente, podrás levantar paredes para crear nuevas estancias o tirarlas para unificar espacios. Para esto necesitarás una licencia de obra mayor. ¡Y recuerda! Existen elementos intocables, como las vigas maestras y los pilares de carga.
Paso n.º 2: instalaciones
Cuando se marchan los albañiles, entran en escena los electricistas, los carpinteros y otros especialistas. Si tienes una vivienda antigua, este paso es indispensable para adaptarte a las nuevas normativas y ahorrar dinero.
En cuanto a la electricidad, tendrás que definir la potencia eléctrica y la ubicación de los enchufes, interruptores y puntos de luz. ¡Pero ojo! Solo definir. Es mejor no instalar mecanismos ni apliques hasta que, en una fase posterior, hayan terminado los trabajos de pintura.
También deberás pensar en las telecomunicaciones. Es decir: tomas de teléfono, internet y televisión. ¡Nadie quiere terminar con una antena en la despensa!
Las tareas de fontanería implicarán cambiar las tuberías de hierro, plomo o cobre por otras de PVC y redistribuirlas según el nuevo planteamiento de baños, aseos, cocina y lavadero.
Según el tipo de calefacción y refrigeración que elijas para tu vivienda, necesitarás hacer labores extra en este punto. Por ejemplo, la instalación de un doble techo o de suelo flotante para cubrir conductos.
Paso n.º 3: acabados
Ya puedes pintar o instalar papel en las paredes. Si no sabes qué pintura elegir, tenemos algunos consejos sobre tipos de pintura. Una vez se haya secado, puedes colocar los enchufes e interruptores. Ese es el truco para no ensuciar los embellecedores.
Llegó la faena para los carpinteros de madera y metal. Los primeros se encargarán del montaje de armarios empotrados y muebles a medida. Los segundos, de la instalación de puertas, ventanas y todo tipo de cerramientos.
Va tomando forma, ¿verdad? Con el grueso de la reforma hecho, solo faltará el equipamiento: electrodomésticos, mobiliario, sanitarios, grifería… Es el último paso y el más sencillo, pero también el que más viste una vivienda.
Después de hacer una reforma integral
¡Ya casi está! Aunque, para muchos, ahora queda lo peor… Limpiar. Si el servicio de reformas que has contratado no incluye la limpieza de obras, te recordamos que en KUIKO puedes pedir presupuesto para una limpieza general, de cristales (para esas molestas gotitas de pintura que se han quedado), o lo que necesites.
¿Todo listo y reluciente? Pues lo que queda por delante es tarea tuya: colocar muebles y decoración. Nadie conoce tus gustos como tú, así que implícate y haz de tu nuevo hogar la casa de tus sueños.