Cómo dividir una vivienda para alquilarla

Ante la difícil situación que estamos viviendo por la constante subida de precios y la falta de empleo, muchos deciden alquilar sus habitaciones extra parte para obtener un ingreso. De esta forma, a cambio de renunciar a algo de espacio de la casa, se aseguran una renta cada mes. Y no nos vamos a engañar, ese dinerito de más siempre viene bien.

Esto suele ser más común en pisos de estudiantes o en lugares donde el metro cuadrado es bastante caro; centro de ciudades, zonas turísticas o de costa. Así, hacer frente al coste de la vivienda es más asequible.

Pasos para dividir una vivienda 

Dividir la casa en dos es un proceso complejo pero posible. Para llevarlo a cabo se han de seguir los siguientes pasos.

Ley de propiedad horizontal

Lo primero que hay que tener en cuenta antes de meterse en una reforma para dividir tu vivienda es la Ley de Propiedad Horizontal. Esta regula los derechos, relaciones y obligaciones entre vecinos y propietarios de los inmuebles que pertenecen al mismo edificio o comunidad. Por lo que el primer paso que deberás tomar es conseguir la autorización administrativa de división.

Arquitecto

Para que este proceso sea realizado con éxito acudiremos a un arquitecto que se encargará de llevar a cabo el proyecto de división.

Licencia de obras

A continuación, deberás solicitar la licencia de obras al Ayuntamiento correspondiente para poder empezar con la reforma.

Cédula de habitabilidad

Otro trámite es la obtención de la cédula de habitabilidad, por la cual se confirma que esa vivienda cumple los requisitos mínimos técnicos e higiénico-sanitarios. Esto es imprescindible para poder alquilarla y contratar los suministros y servicios necesarios.

Registro de la propiedad

¡Último papeleo! Para que el contrato de alquiler pueda ser registrado, debes actualizar los cambios en el Registro de la Propiedad, tanto de la vivienda nueva como de la original.

Ventajas y desventajas de dividir una vivienda

Cada vez más gente opta por dividir una vivienda para sacarle rentabilidad, pero no siempre es posible. Como todo en la vida, siempre hay una parte más positiva que otra. Te ayudamos a analizarlo:

Ventajas

–   Ganancia económica.

–   Reducción de gastos.

–   Vivienda a disposición de un familiar o conocido en caso de que no se quiera introducir a una persona ajena.

Inconvenientes

–   Justificación de la reforma a nivel normativo.

–   Dificultad técnica al definir los espacios nuevos.

–   Permiso de ⅗ partes de la comunidad de vecinos en caso de ser un edificio.

 Además de todo esto, también debes tener en cuenta la superficie de la vivienda. Cuanto mayor sea, mejor será la segregación. Lo ideal es dividir viviendas a partir de 150 metros cuadrados, ya que el espacio resultante de la división será aprovechable por ambas partes. 

 Si por el contrario no puedes o no quieres meterte en una obra y pensabas que la única opción era hacer reformas ¡no es así! Hay otras muchas maneras de dividir diferentes espacios de la casa con el mismo objetivo. Por ejemplo, incluir un mueble a medida, cerramiento interior, pavés de cristal, biombos, tablones de madera, etc.

¡Dividir es vencer!

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