Para Profesionales

Cómo hacer una factura de reformas


Calcular la retención, averiguar el tipo de IVA que corresponde, seguir una numeración ordenada… Sabemos que el mundo de las facturas da miedo. Pero, si eres un profesional de las reformas, te aconsejamos que empieces a llevarte bien con la facturación, porque va a formar parte de tu día a día.

 Tras la aceptación de un presupuesto, en este artículo queremos ayudarte a hacer una factura de reformas sencilla, comprensible y con todo lo necesario para estar a bien tanto con tus clientes como con la Agencia Tributaria.

¿Por qué es importante emitir facturas?

Las facturas son la única evidencia legal y fiscal de que se ha realizado una compra de tus servicios. El principal motivo para familiarizarte con ellas es que la ley te obliga a emitirlas, siempre. Pero, además de eso, las necesitas para:

  • Exigir el pago de servicios de reformas no abonados.
  • Justificar los gastos de la empresa.
  • Declinar reclamaciones infundadas de los clientes.

Los autónomos y empresas dados de alta en Hacienda pueden emitir facturas. También pueden hacerlo los profesionales de reformas que no son autónomos, pero para ello deben cumplir los siguientes requisitos:

  1. Que la actividad económica no sea habitual.
  2. Que la actividad no genere ingresos superiores a los 13.510€ anuales.

Así se hace una factura de reformas

Existen facturas de todos los tipos: ordinarias, simplificadas, proformas, rectificativas, recapitulativas, electrónicas… En este artículo, nos centraremos en la factura ordinaria, que es la que necesitarás emitir en tu día a día como empresa de reformas.

Según la Agencia Tributaria, este es el contenido básico que debe incluir toda la factura:

  1. Número y, en su caso, serie. La numeración será correlativa.

  2. Fecha de expedición. Día, mes y año en el que se emite la factura.

  3. Nombre y apellidos, razón o denominación social completa, tanto del emisor como del destinatario.

     

  4. Número de identificación fiscal (NIF si es una persona y CIF si es una empresa) tanto del emisor como del destinatario.

     

  5. Domicilio fiscal del emisor y del destinatario. Cuando el destinatario sea una persona física que no actúe como empresario o profesional, este dato no será obligatorio.

     

  6. Descripción de las operaciones, incluyendo el precio unitario sin impuesto de los servicios y cualquier descuento o rebaja que no esté incluido en el precio unitario.

     

  7. Tipo impositivo aplicado. En el caso de las reformas será, por lo general, un 21% y, excepcionalmente, un 10%.

Los primeros cinco puntos son relativamente sencillos, así que vamos a ir al grano. A continuación, te detallamos cómo reflejar correctamente el IVA, el IRPF y el importe total en tu factura de reformas.

Cómo calcular el IVA

Existen tres tipos de IVA: el general (21%), el reducido (10%) y el superreducido (4%). En la mayoría de tus facturas de reformas deberás aplicar el primero. Sin embargo, cuando se cumplan los siguientes requisitos, podrás aplicar el IVA reducido del 10% (artículo 91, apartado Uno.2, número 10º de la Ley del IVA):

  1.  Que las obras se realicen en edificios destinados a viviendas (con independencia de que sea la primera o segunda residencia).

     

  2. Que el destinatario de la obra sea una persona física (o sea, un particular que no actúe como empresario o profesional) y utilice la vivienda para su uso particular. También podrán beneficiarse del tipo reducido del 10% cuando el destinatario sea una comunidad de propietarios por las obras realizadas en el propio edificio. Sin embargo, a las reformas en viviendas destinadas al alquiler o que se usen como oficina no se les podría aplicar el IVA reducido del 10%.

     

  3. Que hayan transcurrido al menos dos años desde que la vivienda en la que se va a realizar la reforma fue construida o rehabilitada con anterioridad.

     

  4. Que el coste de los materiales aportados por la empresa constructora o de reformas no exceda del 40% del importe total de la obra (sin incluir el IVA). Siendo muy conveniente para justificar este punto contar con un presupuesto muy desglosado, tarea de la que se puede encargar el estudio de arquitectura. Si utilizamos materiales o calidades de un elevado coste en una reforma, es posible que este requisito no se cumpla.

Cuando ya sepas qué tipo de IVA aplicar, puedes hacer tus cálculos. Solo deberás multiplicar el importe total de la factura por 0,21 (en el caso de IVA general del 21%) o por 0,10 (en el caso de IVA reducido del 10%).

Una vez hecho eso, deberás sumarle la cantidad resultante al importe del servicio.

Cómo calcular el importe total

Conociendo la base imponible (importe bruto) y el IVA que aplican a tu factura de reformas, ya puedes calcular el importe total. Veamos algunos ejemplos:

Reforma de baño a un particular con IVA general

  • Materiales: 3.500€
  • Mano de obra: 1.800€ (33% del importe total → IVA general del 21%)
  • Importe total: 5.300€

Base imponible: 5.300€

IVA (21%): 1.113€

Total factura: 6.413€

 Reforma de baño a un particular con IVA reducido

  • Materiales: 200€ porque la mayoría los ha adquirido ya el cliente
  • Mano de obra: 1.800€ (90% del importe total → IVA reducido del 10%)
  • Importe total: 2.000€

Base imponible: 2.000€

IVA (10%): 200€

Total factura: 2.200€

  Algunos consejos

Ahora que ya sabes hacer facturas de reformas correctamente, te recomendamos que lleves un registro de todas las que emites. Cualquier medio es bueno: un excel, un libro físico, una carpeta… Esto te ayudará en tus declaraciones trimestrales o anuales y en las posibles inspecciones espontáneas de la Agencia Tributaria. Además, te servirá para controlar que tus clientes pagan cuando deben.

 En la plataforma para profesionales de las reformas KUIKO PRO, además de captar nuevos clientes, tendrás siempre disponible un histórico de las facturas que has emitido. ¡Un problema menos!

 

Quizás te interese

Posts similares