¿Estás reformando tu vivienda? ¿Vas a adquirir una propiedad? ¿Sientes que pagas más de la cuenta en calefacción? Elegir la climatización adecuada para cada espacio es fundamental para estar a gusto y pagar lo justo.
Por eso, te presentamos la guía completa sobre climatización de KUIKO. Con ella, esperamos ayudarte a acertar con la calefacción para tu vivienda.
Cómo elegir un tipo de calefacción
No es lo mismo vivir en un chalet de 170 metros cuadrados que en un apartamento de 30. Ni para aprovechar el espacio ni para calentarlo en invierno. Por eso, antes de tomar ninguna decisión, te invitamos a hacer este pequeño análisis:
- Tipo de espacio: ¿quieres climatizar una vivienda unifamiliar, un piso, una oficina o un local comercial?
- Plazo de inversión: ¿utilizarás ese espacio durante un período determinado de tiempo o de manera indefinida?
- Intensidad de uso: ¿Es tu primera o segunda residencia? ¿Encenderás la calefacción todo el año o solo durante unos meses concretos?
Si ya tienes claros estos aspectos, ¡manos a la obra! Vamos a desgranar uno a uno todos los tipos de calefacción para que encuentres el tuyo. Y no te preocupes si lees demasiada información. Al final del artículo te hemos preparado una chuleta.
Tipos de calefacción según energía
Existen muchas formas de clasificar la calefacción. Uno de los parámetros más interesantes a los que atender es la fuente de energía, porque de ella dependerá en gran medida el precio de mantener tu estancia cálida.
Estas son las energías más comunes empleadas en calefacción a día de hoy. Presta atención a su implicación para tu bolsillo y para el medio ambiente:
1. Gas natural
- Qué es. Una mezcla de gases hallados bajo la superficie de la tierra.
- Cómo funciona. La caldera hace combustionar el gas natural. Este calienta el agua que circula por los tubos hacia los radiadores o el suelo radiante.
- Implicaciones económicas. Su precio es inferior al de otros combustibles y, aunque su instalación es más costosa que la de otros tipos de calefacción, compensa por su bajo consumo.
- Implicaciones medioambientales. Aunque no deja de ser un combustible fósil, es el más sostenible de todos ellos.
Otros gases empleados para la calefacción son el gas propano, el gas butano y el gasóleo. Son más frecuentes en zonas rurales, donde no llega el suministro de gas natural. Sin embargo, no recomendamos su elección para nuevas viviendas. ¿El motivo? Son menos seguros, prácticos y sostenibles.
2. Energía eléctrica
- Qué es. La electricidad que llevan los grandes operadores a los hogares españoles proviene de una mezcla de energías renovables, energía nuclear, gas natural y otros residuos fósiles.
- Cómo funciona. Esta energía alimenta radiadores, acumuladores o suelos radiantes, que liberan calor según sus particularidades. Te daremos más información sobre este tema en el siguiente punto.
- Implicaciones económicas. Es una de las energías más caras, así que su uso se recomienda especialmente para segundas viviendas o zonas cálidas. En contraposición, la instalación de radiadores y acumuladores no requiere de obra, lo que abarata el precio.
- Implicaciones medioambientales. La fuente de la energía eléctrica determinará el impacto de la calefacción para el medioambiente. Si bien es cierto que los principales operadores estatales emplean una mezcla de ellas, existen nuevos negocios que ofrecen aprovisionamiento de energías 100% renovables.
3. Energía solar
- Qué es. La energía solar no deja de ser una fuente más de energía eléctrica, pero debido a su creciente popularidad merece la pena contemplarla como una opción más para tu calefacción.
- Cómo funciona. Los paneles solares, instalados normalmente en tejados y jardines, convierten la luz del sol en energía que se distribuye a radiadores, acumuladores o suelos radiantes eléctricos.
- Implicaciones económicas. Si bien el precio de la calefacción se reduce drásticamente al optar por el autoabastecimiento solar, la instalación de placas conlleva una inversión amortizable a largo plazo. Para hacer tu cálculo, ten en cuenta que los organismos públicos ofrecen subvenciones y ayudas para apoyar este tipo de energía.
- Implicaciones medioambientales. La energía solar es inagotable, renovable y totalmente limpia. Así que en este punto tiene una nota de 10.
4. Biomasa
- Qué es. Materia orgánica como leña, pellets (un compuesto hecho a base de serrín), huesos de aceituna y cáscaras.
- ¿Cómo funciona? Las calderas o estufas de biomasa queman esta materia orgánica para generar calor a través de radiadores o expulsarlo directamente al aire.
- Implicaciones económicas. El combustible más popular, los pellets, tiene bajo poder calorífico, así que solo es rentable su uso en estancias pequeñas o medianas fáciles de calentar. Por otro lado, el precio de las estufas y calderas de biomasa oscila entre los 400 y los 3000 €.
- Implicaciones medioambientales. Tienen niveles de contaminación muy bajos, por lo que son una de las opciones más respetuosas con el medio ambiente.
5. Aerotermia y geotermia
- Qué son. Dos sistemas que obtienen energía del medio ambiente en combinación con la electricidad. El primero aprovecha la energía presente en el aire y el segundo la temperatura estable de la tierra.
- Cómo funcionan. La aerotermia extrae calor del aire mediante un refrigerante y lo expulsa por bomba de calor, suelo radiante o radiadores de baja temperatura. La geotermia precisa de tuberías para extraer calor del subsuelo y enviarlo al sistema de calefacción.
- Implicaciones económicas. El precio de instalación de ambos sistemas es muy elevado, aunque a largo plazo las facturas se reducen hasta un 80%.
- Implicaciones medioambientales. Ambas energías son renovables y, exceptuando la procedencia de la electricidad necesaria para hacerlas funcionar, son limpias.
Tipos de calefacción según emisión de calor
Ahora ya conoces los tipos de energía que alimentarán tu calefacción. Es momento de pensar cómo vas a liberar esa energía en forma de calor. Aquí va una lista con los sistemas más comunes y la energía que precisan para funcionar.
1. Radiadores
Los radiadores de agua reciben agua caliente de la caldera o la bomba de calor. Pueden ser de alta temperatura, convencionales en el uso de gas natural, o de baja temperatura, especialmente indicados para sistemas de aerotermia y geotermia.
En segundo lugar, los radiadores eléctricos son enchufables y más baratos que los de agua, aunque el coste de la electricidad que los alimenta es mayor que el del gas natural y otras fuentes de energía.
2. Suelo radiante
El suelo radiante está instalado bajo la superficie que pisas y proporciona calor de manera homogénea por toda la estancia. No deja de ser otro tipo de radiador así que, de nuevo, encontrarás alternativas de agua y eléctricas. Las ventajas y desventajas de cada una son las mismas que te hemos explicado en el punto anterior.
3. Estufas
A diferencia de los radiadores, que solo emanan el calor producido por una bomba o caldera, las estufas son a la vez sistemas de producción y propagación de calor. Existen estufas de todo tipo: butano, aceite, leña… Pero las más respetuosas y eficientes son las de pellets, siempre y cuando la estancia a calentar sea pequeña o mediana.
En resumen…
El sistema de calefacción más económico a corto plazo son los radiadores o el suelo radiante de gas natural. En contrapartida, el más costoso es la energía eléctrica, a no ser que su uso ocasional te suponga un ahorro en otro tipo de facturas.
Si miramos al medio ambiente, los sistemas más sostenibles serán siempre las energías renovables, como la energía solar o las estufas y calderas de biomasa.
En términos de eficiencia a largo plazo, invertir en geotermia o aerotermia puede ser una buena inversión según tu tipo de vivienda.
Lo prometido es deuda. Aquí tienes una tabla resumen de todo lo que hemos tratado en este artículo. Eso sí: recuerda que cada vivienda es un mundo y los profesionales de KUIKO estarán encantados de orientarte a la hora de elegir el mejor tipo de calefacción para tu hogar.