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¿Por qué es tan importante la fontanería?


Si te dicen la palabra “agua”, ¿qué es lo primero que te viene a la mente? Quizá no es que se rompa una tubería y se inunde tu oficina o tu salón, o que el desagüe desprenda mal olor, pero es lo que puede suceder si no sigues estas recomendaciones.

No necesitas ser un fontanero para evitar daños en la red de tuberías, solo necesitas saber estos consejos que te daremos y, por supuesto… ¡aplicarlos!

Cuatro paredes, un techo y muchos conductos…

A simple vista puede que no tengamos en cuenta la gran cantidad de conductos que tienes a tu alrededor. Pero estás rodeado de tuberías, sifones y otros elementos diseñados para facilitar la evacuación de:

  • Aguas pluviales: son las que llegan a distintos lugares como el tejado, el patio o la terraza del edificio, y que provienen de la lluvia, nieve o granizo.
  • Aguas residuales: llegan la red de suministro de agua y luego se vierten por el desagüe de los sanitarios, lavabos, fregadero de la cocina, entre otros.

Es importantísimo tener en cuenta que se debe realizar el mantenimiento adecuado de la instalación de saneamiento en edificios para evitar roturas, atascos y filtraciones. Además, así podrás prevenir daños y cumplir la normativa vigente, evitando problemas de multas y gastos innecesarios a los otros propietarios.

Para esto, primero debes saber qué tipos de redes se encuentran a tu alrededor. ¡Sigue leyendo!

La instalación de saneamiento en edificios consta de dos partes, la red horizontal y la vertical.

  • La red vertical: es la que recibe tanto el agua pluvial como el agua residual, incluye colectores, conductos y bajantes. Es decir, es aquella que comprende todas las tuberías que llevan o recogen el agua, incluyendo de la lluvia, para luego conducirlas a la red horizontal. El mantenimiento de esta red es clave para evitar humedades, filtraciones y atascos.
  • La red horizontal: es la que va desde los codos de los bajantes que está en la planta baja o sótano, hasta el pozo séptico en el que se vierten las aguas antes de pasar al alcantarillado público. Su mantenimiento es primordial para cumplir con la normativa.

Lee esta infografía, es muy importante para tu instalación de fontanería:

Si nunca has hecho este tipo de mantenimiento en tu negocio, es probable que aún estés a tiempo de evitar un atasco, por eso, lo primero que debes hacer es llamar a un especialista para que se encargue de hacer la revisión y de poner a punto la red de saneamiento.

Y para impedir que suceda algún atasco a futuro, te daremos algunos consejos:

  • Si tienes un área de cocina en tu negocio, debes hacerle saber a tus empleados que no pueden tirar comida por el fregadero.
  • Coloca rejillas en la boca del desagüe de los lavabo y el fregadero.
  • Nunca tires aceite, restos de pintura o disolventes por el desagüe.
  • Las compresas, algodones u otros objetos que no se desintegran ni se degradan, deberán ser botados en la basura y no en el inodoro.
  • Limpia el fregadero con agua hirviendo y sal. También puedes utilizar productos especiales para evitar atascos. Recuerda que el buen mantenimiento es clave.
  • Cuando veas los codos de las tuberías deteriorados, cámbialos.
  • Evita que el cabello caiga en el lavabo.
  • Dile adiós a los mitos para desatascar las tuberías, llama a expertos que te puedan ayudar realmente.

Si una tubería se rompe… ¡Vaya lío! Tranquilo, sigue estos pasos y ya verás qué saldrás pronto del aprieto:

Lo primero que debes hacer es cerrar la llave de agua. Si se trata del lavabo o el fregadero, la toma de agua suele estar en la parte de abajo. ¿La encontraste? Vamos al siguiente paso…

Una vez que cortes la llave de paso, drena las tuberías abriendo el agua en el resto de los grifos y el inodoro. También debes apagar el calentador de agua y dejar correr el agua caliente. Cuando ya no haya más corriente de agua en los grifos, la fuga debe detenerse.

Ahora, es momento de localizar la tubería rota para conocer el daño. Si se trata de una importante será más complicado el reemplazo, a diferencia de las que se encuentran debajo del lavabo que, en ciertas ocasiones, con un parche basta para reparar el daño. En todo caso, es importante que cuentes con ayuda de profesionales, ya sea para revisar el parche que has colocado o para restaurar la tubería rota.

Ahora, para evitar que esto vuelva a suceder, es importante que tengas en cuenta las causas más comunes por las que puede romperse una tubería:

  • Si algo bloquea la tubería, como por ejemplo grasa o productos sanitarios arrojados a estos conductos, la presión puede acumularse detrás de la obstrucción, ocasionando que se rompa.
  • Si hay árboles cerca de las tuberías subterráneas, es normal que las raíces busquen el agua que contienen y las obstruyan o, incluso, las rompan.
  • Los suelos arcillosos tienen mal drenaje, además, son más corrosivos, lo que ocasiona daños en la tubería con el tiempo.
  • Las tuberías pueden debilitarse en el interior cuando se arroja continuamente por los desagües, materiales como pintura u otros solventes.
  • El frío extremo es una de las principales causas del daño de las tuberías, debido a que el agua cuando se congela se expande, lo que puede hacer que estas se rompan.
  • Sin duda, la falta de mantenimiento también es una de las principales causas, así que, mejor busca ayuda de fontaneros expertos, para que hagan la revisión periódica de toda la red y así evitar daños y/o gastos no previstos en tu negocio.

Queremos seguir dándote los mejores consejos para cuidar tus espacios, por eso, no dudes en dejarnos tu comentario con cualquier duda, sugerencia o comentario. ¡Estaremos encantados de poder ayudarte!

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