Indudablemente, cuando pensamos en adquirir una vivienda antigua nos sentimos embriagados por un fuerte romanticismo. Sus muros guardan historias, sueños y el día a día de personas anónimas que vivieron antes en ella. ¡Menuda aventura!
Sin embargo, si quieres adquirir una vivienda antigua y reformarla al más puro estilo de la película “Bajo el Sol de la Toscana”, debes tener en cuenta muchos factores antes de ponerte manos a la obra.
Las ventajas de adquirir inmuebles antiguos y rehabilitarlos son infinitas. Empezando por el precio de compra, considerablemente menor que el de una vivienda nueva. Generalmente, el dueño ya ha pagado la hipoteca, por lo que será más flexible a la hora de bajar el precio.
Eso sí, para que todo este proceso no suponga un quebradero de cabeza continuo, es fundamental que cuentes con profesionales de las reformas y que te dejes orientar en todo momento.
Si quieres transformar este proyecto en una casa de cine, atento a estos cambios que, sí o sí, deben protagonizar la reforma. Toma nota y comienza a impregnar con tu estilo y personalidad hasta el último cimiento.
El primer paso para reformar una vivienda antigua – que no se haya rehabilitado hace poco – es comprobar la eficiencia energética. Ahorrar en las facturas y evitar la pérdida de energía es un factor determinante en toda obra.
Una mayor eficiencia energética es sinónimo de confort. Tu vivienda será capaz de conservar el calor en invierno y una temperatura agradable, sin fuertes subidas, en verano. Para conseguir esto tienes varias opciones a tu disposición.
En primer lugar, es muy interesante el concepto de Passivhaus. Un tipo de vivienda que nos permite aprovechar el calor interno para minimizar perdidas y gastos. Es la opción más ecológica y sin duda alguna la tendencia del futuro.
Por otro lado, las viviendas antiguas no cuentan con ningún tipo de aislamiento en las fachadas, en este caso habría que dotar a la cara exterior de nuestro hogar de esa protección. La misma importancia tienen puertas y ventanas. Lo más probable es que tu inmueble tenga portillos de madera, un foco de frío y calor que hay que sellar.
Si la vivienda está orientada hacia el norte, puedes elegir cristales con aislantes para el frío. Pero, si está orientada al sur, es necesario instalarlos con filtro solar.
En cuanto a la puerta… ¡blindada y reforzada! Un extra se seguridad y aislamiento que marcan la diferente entre una casa y la casa perfecta.
La respuesta es sí: tienes que cambiar la instalación eléctrica si la vivienda es antigua.
Los motivos son varios, en primer lugar, una instalación antigua supone un consumo mucho más elevado. Hace años el concepto de vivienda era muy distinto; había un menor número de electrodomésticos y tenían una potencia menor.
Y el segundo motivo por el que deberás cambiar tu instalación eléctrica es por seguridad. Hasta un 30% de los incendios en el hogar se producen por una instalación eléctrica antigua. Garantizar esa tranquilidad es primordial.
Para llevar a cabo este cambio tan importante es fundamental contar con los mejores profesionales. Si no sabes por dónde empezar, en KUIKO te ayudaremos a conseguir a los mejores profesionales de tu zona, siempre con la ayuda de nuestros arquitectos. ¡Juntos conseguiremos que salten chispas de amor cuando veas tu vivienda de nuevo!
El proceso comienza con cortar toda la electricidad de la vivienda. Después se retira cualquier elemento que no permita un acceso sencillo al cableado, como lámparas o interruptores. En función de si los cables pasan o no por las tuberías, habrá que romper alguna pared para ponerlo. A partir de este punto llega el momento de pasar cables, comprobar que no haya conexiones cruzadas y… ¡todo listo!
Se recomienda agregar interruptores adicionales y cableado para terrazas y ventanas si te interesa instalar persianas automatizadas. Y si la domótica te resulta una alternativa tentadora… ¡este es el momento de multiplicar las posibilidades de tu nuevo hogar!
Si no quieres que tu nueva vivienda caiga a plomo… ¡la solución está en las tuberías!
Hay varias pistas que evidencian el mal estado de las tuberías, como abrir el agua fría y que salga caliente o notar puntos con una temperatura superior en suelos y paredes. Humedades y olores también tienen mucho que contarnos sobre el estado del inmueble, si notas alguna de esas dos cosas ponte alerta, posiblemente haya una tubería rota del desagüe.
Pero la prueba irrefutable es la edad del inmueble. Si la vivienda es antigua, es primordial un cambio de tuberías.
Tradicionalmente estos conductos se fabricaban casi en exclusiva con plomo o hierro. Materiales que no solo se degradan fácilmente, también producen fugas y óxido. Por su parte, las viviendas actuales cuentan con tuberías hechas a partir de materiales más ligeras y resistentes, como PVC.
¡Tu nuevo hogar demanda esa calidad!
En tu reforma integral apuesta por ese material para garantizar que la inversión dure mucho tiempo. La mejor decisión es reformar por completo, dejándote asesorar en todo momento, y procurando siempre que cada aseo cuente con su propia toma de agua.
En KUIKO trabajamos cada día para hacer tus proyectos realidad. Siempre con la mayor calidad y profesionalidad. Pide ahora, y sin ningún compromiso, un presupuesto gratis, ¡y convierte una vivienda antigua en la mejor inversión de futuro!