De todas las reformas vitales a las que nos enfrentamos en nuestra vida, esta es – definitivamente – la más dura de todas ellas.
Porque ser padres y madres por primera vez nos transforma de la noche a la mañana. Literalmente.
Aquel precioso tiempo muerto de 7 horas de sueño del que os levantbais victoriosos para pelearle el próximo round a la vida se ha llenado de lloros, y de pañales, y de mucho cansancio.
Vuestro hijo o hija, y todo lo que necesita, os tiene sumidos en un K.O técnico que arrastráis por la vida.
Y es que todo ha cambiado de repente.
No habrá más domingos de resaca (al menos durante un tiempo).
No habrá más escapaditas express en vuestro coche (que ya va siendo hora de que cambiéis por uno más familiar)
Tampoco vuestro hogar, ese nidito de amor que construisteis en pareja, puede escapar al cambio.
Ahora sois tres, y vuestra casa tiene que cambiar con vosotros.
En KUIKO queremos ayudaros a reformar vuestra vivienda para que se adapte a la nueva vida que habéis comenzado.
Con el recién nacido se os acumulan las preguntas.
Y se os eternizan los miedos.
Esa criatura frágil, rosada y llorona que os acompaña, un día dejará de estar siempre en su cunita y empezará a gatearse de arriba abajo toda la casa.
Para impedir que le pase nada, debéis aseguraros de un par de cosas.
Por ejemplo, de que no puede acceder a materiales peligrosos.
No nos referimos a pirotecnia o materiales radioactivos.
Si no más bien a todas esas amenazas ocultas que pululan por vuestra casa.
Mantened las bolsas de basura o de la compra, el detergente y los cubiertos en estantes a los que le sea imposible acceder al bebé.
Otra cosa que debéis mantener fuera de su alcance son los enchufes. Pero estos vienen ya con la casa.
En muchas ocasiones – especialmente si tenéis unas cuantas habitaciones o tele-trabajáis desde vuestro hogar – se os va a olvidar volver a cubrir los ladrones y alargadores después de utilizarlos.
¿Cómo evitaros el susto?
Podéis reformar la instalación eléctrica para que las tomas de corriente estén asociadas a un interruptor en la pared.
De esta manera, seréis capaces de encender y apagar toda una habitación de un solo clic ¡Parecerá magia!
El espacio que más cambiará en tu hogar es la habitación del recién nacido.
Lo que antaño era un estudio de pintura o simplemente un lugar de almacenamiento para muchas cosas, ahora es la habitación en la que más tiempo pasaréis cada día los tres juntos.
Su primera habitación deberá estar preparada para responder a sus necesidades a las 2 semanas y a los 2 meses, pero también a los 12 años.
Porque salvo que tengáis pensado mudaros a una casa más grande, si decidís quedaros en la actual, al bebé deberéis destinarle un espacio amplio y polivalente como para que en unos años quepa una cama de 70 o 90 centímetros, y un armario de dos puertas.
Si contáis con dos habitaciones contiguas demasiado estrechas o pequeñas y en las que no os imagináis creciendo a vuestro hijo o hija, la solución es muy sencilla: derribad la pared que las separa.
Esta es una reforma que en principio no os llevará mucho tiempo, pero con la que os podéis meter en un buen lío.
¿Cómo comprobar si la pared que divide la habitación de vuestro hijo por la mitad es un muro de carga?
Sí, sí. Os caigan bien o mal, presentaros en sus casas con alguna excusa para “entrar hasta la cocina”.
Si ellos también sufren de dos mini habitaciones donde podría haber solo una, es muy probable que la pared que tenéis delante sea en efecto un muro de carga.
Lo que es mucho más habitual y sencillo de arreglar es contar con una habitación sobredimensionada.
Por ejemplo, un salón de estar en el que cabrían cómodamente los jugadores de rugby de cualquier equipo americano.
En este caso, lo que os recomendamos es levantar un tabique para ganar una habitación más en vuestro hogar.
Pensad de nuevo en que, aunque ahora su cunita ocupa muy poco espacio, muy pronto la sustituiréis por una cama.
Y si tenéis papel pintado en casa, ya os estáis olvidando de él.
Tener un niño ensucia mucho, y si no os lo creéis visitad a otra pareja de amigos que sean primerizos.
Pronto notaréis que la pequeña criatura parece un tornado de desorden y manchas que arrasa a cuatro patas por toda la casa.
Un día apoya sus manitas en la pared como en las cuevas de Altamira, y al día siguiente está practicando su arte abstracto para la Tate Modern de Londres.
La solución es muy económica.
Se llama Pintura Ultra Resistente, y viene a ser una imprimación que permite limpiar manchas de pintura, barro y espaguetis con un trapo húmedo y sin apenas esfuerzo.
Es probable que la ropa os empiece a oler a comida, pero merece mucho la pena que consideréis llevar a cabo esta reforma.
Esta intervención es muy popular entre parejas jóvenes y sin tiempo para estar mucho tiempo en casa.
Consiste en unir el espacio del salón con el que ocupa la cocina.
Sin ningún tipo de barrera visual entre progenitores y bebé, es más fácil supervisar al pequeño a distancia.
Sea cual sea tu necesidad, cuenta con KUIKO para reformar tu vivienda y tu vida.
Accede desde nuestra web a los profesionales que necesitas y encuentra el presupuesto que se adapte mejor a tu proyecto.