¡Vaya bajada de temperatura! ¿No?
Si apenas hace unas semanas mirábamos con nostalgia el edredón, la ropa de invierno y el turrón de las estanterías del supermercado, hoy por hoy nos hemos convertido en una masa informe de chaquetas con la capucha cerrada, escalofríos y cafés humeantes para llevar.
Al igual que la ropa de verano ha dado paso a los looks post-apocalípticos para capear el invierno, tu casa también tiene que renovarse y ponerse a la altura de los termómetros bajo cero.
Por eso, y antes de que las cenas familiares caldeen el ambiente, aprovecha los siguientes consejos para darle la bienvenida al invierno, sin abrirle tu hogar al frío.
¡“Búrlete” del frío! Sí, sí. Como lo lees.
Cualquier rendija en los marcos de puertas y ventanas es susceptible de ser una entrada de aire frio.
Si aún no lo sabes es porque has vivido en pisos bien aislados.
Pero con el desgaste, puertas y ventanas – sobre todo las correderas – ya no cierran igual. Pero no te preocupes, instalando unos sencillos burletes impedirás que el aire del exterior se te cuele en casa.
Además de puertas y ventanas, las paredes que presentan grietas y humedades pueden invitar a este desagradable inquilino a tu casa. En este caso, necesitarás la ayuda de un profesional y estás en el lugar indicado para encontrarlo.
Aislar correctamente tu hogar no solo te ayuda a evitar que el frío se cuele dentro, sino que además te ayuda a llegar a final de mes. ¿Cómo? Un hogar bien aislado no necesita tanto consumo energético en calderas, radiadores y calefacción.
Por último, y siempre que te sea posible, mantén cerrada la puerta de la cocina. Esta estancia tiene materiales más fríos, como la baldosa, en los que el calor rebota y además, cuenta con una entrada y salida de aire a través de la campana extractora.
Como todo en la vida, es importante que sigas un orden.
Si enciendes la calefacción antes de aislar correctamente tu hogar, probablemente Greta Thumberg se enfade un poquito contigo. Estarás derrochando mucha energía.
Ahora que te has aislado bien del frío, es hora de que purgues los radiadores.
Recuerda: no tiene demasiado misterio. Purgarlos consiste en abrir la toma y esperar a que todo el aire que se haya podido acumular durante los meses de desuso sea expulsado hasta que salga agua.
Si tienes ventiladores de techo de los de aspas, puedes activar el “modo invierno”. Cuando las aspas giran en dirección contraria a la habitual, el aire caldea la totalidad de la habitación generando un flujo circular que distribuye esa temperatura tan “Calorrrrr tropicaaal, maraaaacas, Carnaval do Brasil” que tanto te gusta y no permite que se quede solo cerca de los radiadores u otras salidas de calor.
Otro truco para que el calor no se concentre alrededor de los radiadores es instalar paneles reflectores detrás de ellos. Con este sencillo gesto, y según fuentes de la OCU, se ahorra hasta un 20% de energía (calor) que llega mejor al resto de tu casa.
Deberían venir juntos en un pack de supervivencia, pero el hecho de que no lo hagan también te da la oportunidad de elegirlos como quieras y darle un toque de color hogareño a tu casa.
Las texturas, los colores y los materiales con los que decides vestir tu hogar no solo te ayudarán a combatir el frío, sino que darán un toque cálido al ambiente que te rodea.
En invierno recuerda el efecto “Coche negro aparcado a pleno sol en agosto”. Los colores oscuros absorben y retienen más calor. Decántate por cualquier color, el que más te guste, pero recuerda apagarlo.
Si vives en una gran ciudad con mucha contaminación o sufres algún tipo de alergia, debes llevar tu edredón de plumas a la tintorería a quitar ácaros y polvo, y todo lo que te pueda despertar a las 2 de la madrugada con la garganta carraspeando.
Llevas más de medio año soñando con este gran momento, has elegido el conjunto perfecto de manta calentita y pijama para pasar un fin de semana con tus series favoritas.
Acercas tu mano tímidamente al termostato. Estás que no te lo crees.
¡Es tu momento de gloria!.
Pones la calefacción a 21ºC, y la mantienes a una temperatura constante hasta la noche. Sabes por experiencia que ir en manga corta y mantener 40ºC en el interior de tu casa, no solo te pasa factura en el bolsillo, sino también en la salud.
La mayoría de resfriados y afecciones en la garganta durante el invierno se deben a la gran diferencia entre la temperatura exterior y la que mantienes en casa.
Pero eso ya no te roba el sueño.
Es hora de irse a la cama, así que bajas el termostato hasta los 16ºC.
“Vaya, vaya, eres un auténtico profesional de esto, no tenemos mucho más que contarte”
Cambiar la cocina, levantar un tabique, reformar el baño…
Mientas no se realicen en el exterior tu casa, la época invernal es perfecta.
Además, al ser una época de menor demanda de este tipo de trabajos, podrás elegir un abanico más amplio de servicios profesionales para renovar o reformar una casa al mejor precio.
Sin más preámbulos nos despedimos y te enviamos mucho ánimo para afrontar el último mes del año.