¿Estás planeando pintar tu casa? A ver, mira a tu alrededor y pregúntate si estás satisfecho con el color y el estilo ya que pintar tu casa puede ser extenuante, lento y desordenado.
Además, es imprescindible contar con experiencia y habilidad para lograr que el trabajo sea bueno y eficiente. Por eso, te recomendamos, lo primero de todo es contratar un servicio especializado.
Luego piensa en elegir qué colores quieres aplicar. Una vez que hayas elegido la tonalidad, las estancias a pintar y la empresa de servicios que lo hará, es importante que prepares tu casa para que quede pintada a la perfección sin perjudicar ningún mueble y que tú te sientas cómodo. Aquí te damos algunos consejos para emprender esta tarea:
Despeja la zona a pintar: Todo, absolutamente todo lo que esté en la pared, quítalo y guárdalo en un lugar seguro para que no pueda tener ningún contacto con la pintura ni pueda ser un estorbo para el pintor. No olvides retirar los clavos, tachuelas y tornillos. También mantén los muebles alejados, así es, todo el mobiliario lejos de las paredes. Si no tienes demasiado, puedes centrarlo y que el pintor trabaje alrededor, de lo contrario, será mejor sacarlos de casa o al menos del espacio donde estará trabajando. De todas formas, si los dejas dentro de casa, no importa lo alejados que estén de las paredes, te recomendamos forrarlos con papel o plástico.
Coordina todo con el pintor: Si deseas tapar o dejar al descubierto alguna grieta o agujero que haya dejado algún tornillo o clavo, es importante que lo hables con el pintor primero, para que él sepa exactamente lo que necesita antes de iniciar su trabajo. Y si lo llegas a hacer tú, te recomendamos que lo hagas como mínimo un día antes para que dé tiempo de secarse correctamente y el pintor no tenga problemas a la hora de realizar su trabajo.
Limpieza profunda: Antes de que vaya el pintor, no olvides aspirar y desempolvar tu casa, ya que la pintura fresca estará expuesta a polvos y escombros.
Protege tus suelos: utiliza cartón para evitar que el suelo se manche, será mucho mejor que usar plástico ya que este puede ser resbaladizo y, además, no absorbe la pintura.
Cubre lo que no quitas: protege zócalos, molduras, enchufes e interruptores con cinta de carrocero. Aunque será mejor si puedes quitarlos ya que lo harás más rápido y los bordes quedarán perfectos. Si el pintor no quita la cinta, retírala tú antes de que seque, así evitarás desprender más pintura de la deseada.
Prueba la pintura: uno de los grandes errores es dejarse llevar por el color que vemos en la tienda y cuando llegas a casa y el pintor ha hecho su trabajo, pues, no te gusta. ¡Vaya tela! Tus opciones serían pagar de nuevo el servicio o acostumbrarte al color, y ninguna de esas suena nada bien, por eso, ¡prueba, prueba, prueba! Evita este tipo de equivocaciones pidiendo pequeñas muestras de tus colores preferidos, así podrás aplicarlos en algunos lugares y ver el efecto real, la combinación y el tono con la luz natural. Recuerda comparar cuando la pintura esté totalmente seca. También cuentas con ciertas plataformas que te permiten ver una simulación de los colores en tus espacios, son fantásticas y el resultado es muy realista.
Compra un poco más de pintura: si compras lo justo puede suceder que al pintor por algún imprevisto no le alcance la pintura y debas detener el proceso para ir a por otra. Lo otro que suele ocurrir es que, una vez que esté pintado todo el espacio, se reubiquen los muebles y en el proceso haya algún tropiezo con la pared haciendo que se manche o, incluso, que se manche mucho tiempo después; y para eso, la mejor forma de arreglarla es pasando un poco de puntura sobre la mancha y listo.
Atento a estos errores comunes:
Aunque sea de lo más común, no siempre se trata del color más acertado, también puedes colocar tonos como el beige que aportan un poco más de calidez. Si tus techos son altos, el blanco puede hacer que se vea más estrecha la habitación. Atrévete a probar con colores claros.
Colocar techos con personalidad y estilo está muy de moda. Puedes hacer que este tenga todo el protagonismo del espacio o que no destaque demasiado, eso lo decides tú. Lo que tienes que hacer es buscar la mejor idea para tu estancia, evitando siempre que reduzca el espacio ni se vea más oscuro.
A menos que la decoración sea muy colorida y con muebles que destaquen mucho, te recomendamos no usar para todo el mismo color, porque harás que se vea el ambiente monótono y soso. Atrévete a darle algún toque personal a los espacios, y ojo, no siempre se tata de pintar una pared completa, puedes pintar por ejemplo la esquina superior izquierda hasta la esquina inferior derecha, formando un triángulo de otro color que le dará mucho estilo a tu espacio. ¿Te atreves con un par de círculos u otras figuras?
Vaya, si no quieres que tu casa parezca un abrigo de Agatha Ruiz de la Prada (aunque nos encanta su estilo), mejor evita colores intensos en las paredes. Es preferible tener un sofá lleno de color que las 4 paredes y el techo. Si quieres algún color brillante, te recomendamos hacer un contraste, colocando el tono que prefieras y combinándolo con blanco. Esto evitará tu saturación y cansancio visual.
Procura no pintar cada ambiente de un color distinto, terminará suturándote y no podrás sentirte a gusto en tu casa. ¿Has escuchado hablar de la psicología del color? Estos actúan sobre nuestras emociones, por eso, un exceso de estos, puede ser perjudicial para nuestro descanso.
Una vez que hayas tenido en cuenta todos estos consejos, puedes estar seguro que tu espacio quedará increíble, tal y como lo deseabas. Recuerda hablarlo muy bien con la empresa de servicios que contrates y, como son los expertos en el tema, también puedes pedirles las mejores recomendaciones para que tu espacio quede lo mejor posible sin arriesgar tu presupuesto.
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Gracias por leernos y nos vemos en un nuevo post.